A veces en la publicidad dental puede parecer que los aparatos tienen propiedades mágicas, que corrigen los dientes solos. Nada más lejos de la realidad. Lo importante es tener un buen diagnóstico, un buen plan de tratamiento, y capacidad profesional para llevarlo a cabo. De nada sirve tener un Ferrari, si no se sabe conducir.

A nadie se le ocurriría, si quiere que un pintor le haga un retrato, seleccionarlo en función de los pinceles o la marca de los tubos de pintura. Imagina que ese "retrato" lo tienes que llevar puesto veinticuatro horas al día, encima de los hombros.

 

Ya has elegido a tu ortodoncista.

Ahora sí es el momento de elegir entre los diferentes tipos de aparatos.

 

¿Trabajas de cara al público? ¿Piensas casarte pronto? ¿Quieres corregir tus dientes, pero sin que se note, por el motivo que sea?

Hoy en día la ortodoncia invisible es una realidad, utilizando plásticos transparentes, o aparatos que van por dentro de los dientes (en vez de por fuera).

 

¿Quieres brackets de porcelana o de zafiro artificial?

¿Quieres gomas de colores?

¿No te importa llevar aparatos metálicos, o incluso lo prefieres?

¿Quieres aparatos hechos a medida para ti?

También los tenemos.