Antes de comenzar un tratamiento de ortodoncia hay que hacer un estudio previo.

En ortodoncia, como en cualquier otro campo de la salud, lo más importante es el diagnóstico. Es decir, identificar correctamente los problemas, para poder solucionarlos obteniendo un resultado óptimo.

Para esto necesitamos recopilar la mayor cantidad posible de información, a través de:

- una completa historia clínica,

- la exploración de los dientes, las encías, las articulaciones y los músculos

- fotos de la cara y de la boca

- radiografías digitales (mejor calidad de imagen, menor radiación)

- modelos montados en un articulador (aparato que reproduce cómo se muerde)

- cefalometría (mediciones sobre las radiografías)

Todo esto nos ayuda a hacer a cada paciente un “traje a medida”. Hay muchas opciones de tratamiento. Queremos elegir la más conveniente para cada persona.